Frente al medroso toreo de salón de Mariano, siempre a resguardo del burladero electoral, Zapatero, con la taleguilla rota a cornadas por la crisis, se enfrentó al toro negro y astifino del Estatut, dejando en evidencia al de Pontevedra.
Mimaki fue un creativo publicitario que abandonó el oficio para dedicarse a la vida contemplativa. En la actualidad se le podría catalogar como manipulador digital a tiempo completo, o rompepelotas disidente part-time. Considerado peligroso, va armado con un Mac G-5 del que no duda hacer uso indiscriminadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario