Sus corridos conspiradores y sus rancheras nostálgicas sólo son comparables con sus rabiosos zapateados, que tan bien conectan con el pataleo de su audiencia.
Mimaki fue un creativo publicitario que abandonó el oficio para dedicarse a la vida contemplativa. En la actualidad se le podría catalogar como manipulador digital a tiempo completo, o rompepelotas disidente part-time. Considerado peligroso, va armado con un Mac G-5 del que no duda hacer uso indiscriminadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario