Inquietos por la deriva que que está tomando la sucesión de Rajoy,
Esperanza y Alberto se han citado para tomar una copa, si bien es
cierto que ella hubiera preferido quedar para tomar el té.
- Deja de fingir, Alberto, sabes tan bien como yo que Mariano no
llega a 2012.
-Y tú eres nuestra única esperanza, si no me equivoco.
- Siempre que pongas freno a tu desbocada ambición y continúes
siendo eso que tanto te gusta: un verso suelto.
- Lo haría, si tú fueras un poema inacabado
- No creía que fueras un poeta de tan baja estrofa.
- Quizás porque como musa no vales ni cinco.
- ¿Ni cinco? Alberto, querido, no me obligues a dedicarte una rima
en consonancia con tu ordinariez.
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