Todo empezó cuando la placa tectónica progresista, presionada
por el cambio de ciclo global, colisionó con la placa tectónica
conservadora originando un desplazamiento de poder que dejó al
descubierto la corrupción que había permanecido sellada por las
fuerzas del anterior régimen geológico.
Dicho movimiento sísmico provocó una reacción en cadena que
reactivó el fuego ancestral acumulado en la cámara magmática.
Alcanzada la temperatura de fusión política, avivada por catalizadores
externos ,se dencadenó la erupción volcánica del poder judicial
cuyo magma primigenio, compuesto por sedimentos ultracatólicos
y rocas parafascistas, ascendió por la chimenea jurídica hasta
salir expulsado por el cráter supremo.
Una colosal columna de humo ocultó el cono volcánico del Gürtel
de cuyas laderas mediáticas emergieron fumarolas, solfataras
y mofetas emisoras de gases tóxicos mezclados con restos cerúleos
y acompañados de una rancia brillantina con pestilente olor
a Varón Dandy.
Finalmente, una gigantesca nube de caspa cubrió los cielos de la
península, provocando el caos aéreo y ensombreciendo la
democracia durante el resto de legislatura.
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