Un film de suspense político, intriga financiera y enígmas tecnológicos donde Cospedal, en la cumbre de su carrera dramática, interpreta un verdadero papelón.
Mimaki fue un creativo publicitario que abandonó el oficio para dedicarse a la vida contemplativa. En la actualidad se le podría catalogar como manipulador digital a tiempo completo, o rompepelotas disidente part-time. Considerado peligroso, va armado con un Mac G-5 del que no duda hacer uso indiscriminadamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario