Con Leire Pajín le pasa a Zapatero lo que le pasaba con Magdalena
Álvarez, pero en plan interestelar. Cuanto más la atacan más la
defiende, no dándola nunca por perdida.
Así que, a vuelta de vacaciones, la descarada portavoz podría ser
Concejala de Festejos en Benidorm o ministra respondona de vaya
usted a saber qué.
De momento, dejémosla soñar creyéndose Brigitte Bardot, por muy
imposible que sea la conjunción.
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