viernes, 20 de agosto de 2010
QUE LATA DE HOMBRE
Marbella aún dormía cuando Josemari, revitalizado por 600
flexiones, se miró al espejo y descubrió horrorizado que bajo el
Farmatín se veían más canas que abdominales.
Maldijo en varios idiomas, farfulló en distintos dialectos y tomó
la decisión de dar la lata en Melilla.
Engrasado por Ana y enardecido por Paco, aprovechó el fuerte
viento de levante para poner rumbo a la Ciudad Autónoma,
enarbolando un ramo de perejil en la diestra.
Se iba a enterar todo el mundo de quien era Josemari Matamoros.
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